Anoche soñé con un ring
Donde peleaban hombres con cabezas de espiral
Apostaban elefantes turcos y dos coches
Hacían el amor con el aceite de sus motores como lubricante
Los apóstoles se borraban de las historia con gomas de borrar y las patrias eran espermatozoides encabronados
Comiéndose los unos a los otros por fecundar la victoria
Soñé también que una luz tenue se colaba bajo la puerta, desnudando las miserias de la oscuridad, descubrí entonces que dormía con mi enemigo, lo acaricié y le hice el amor hasta que los dos desaparecimos por el desagüe de los sudores, para desembocar en el pozo del olvido
El día siguiente le llamé al número que había dejado en la mesilla.
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