Ambas se regalan
Compromisos de jadeos múltiples
Ambas se devoran entre dos tazas de café frío
Ambas se pierden en un mar de palabras inertes
Ambas pasean sus perros de manera cotidiana jugando con la rabia de sus besos
Ambas duermen en sus pechos de almuhadas blancas meciéndose con el vaivén de sus latidos
Ambas desaparecen entre bastidores de complejos y no vuelven hasta los tres días
Hambrientas y sedientas de venganza
Ambas se quedan sentadas delante de las pantallas hasta que una de ellas se levanta tranquila y con el golpe de una respiración desaparece para siempre…
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