Sólo desean que
Nos convirtamos en sus perros
Nos están haciendo pasar hambre
Nos dan aguinaldos ligeros
Nos encienden la mecha del odio
Nos venden la paz encadenada
Ponen cara de buenos
Pidiendo clemencia para sus víctimas
Pero todos somos víctimas, todos menos
Ellos
Que huirán con sus aviones para jugar
Desde el aire
Mientras nosotros con los dientes afilados por el ocio arrancaremos las vísceras
Hasta que llegue de nuevo
El silencio
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