sábado, 23 de abril de 2011

fecha de caducidad

Un día cualquiera igual que sale un grano

Me salió una inquietud en el centro de mi pecho

Cual era mi fecha de caducidad

En algún lado debía estar escrita

Como en los yogures o los brick de leche

Alguien debió escribir en algún recóndita superficie

La fecha de caducidad

Una cita con el destino

Un trágico final

Pero que teniendo el punto exacto en que el tiempo se iba a detener

Te puedes planificar mejor la existencia

Es cómo cuando uno mira es despertador y dice me quedan todavía diez minutitos

Para levantarme, uhmmmm pues igual

Así que con ahínco y diez escandinavos expertos en el tema me puse a buscar

Gasté mi fortuna que era escasa en pagar el alto suelto de los diez busca fechas de

Caducidad, y los costes de los viajes ya que recorrieron todo el planeta buscando

Yo mismo me dediqué a la exploración interior de mi interior para ello por pudor

No quería realizar la contratación ningún experto aunque debo reconocer que por

Placer me dejé hurgar a ver si encontraban algo a tres señoritas de un país lejano

Africano, aún así ninguna de ellas encontró nada, ninguna fecha.

Seguí buscando en mi cadena de ADN, y como la mía mide 24 Angstroms, y no es

Por Presumir, estuve unos dos años revisando cromo a cromo, soma a soma al final no

Vi nada y usé el adn como cadena para la bicicleta.

Me llegaban noticias de los escandinavos, tres de ellos habían muerto de la manera

Absurda, en la cola de un concierto de Michael Jackson muerto hacía dos años, ya

Que habían oído que entre el público estaba el experto en fechas de caducidad

Adolfo Kronh que resultó ser un tío lejano mío, manda cojones.

Seguí buscando en mis huesos me los quité uno a uno, aprovechando para reforzar

El sacro, el santo y el sepulcro que me quedan mas o menor por aquí a la altura de

La chorra. Y nada, nada acerca de la fecha en mis huesos, que fíjate que tienen buena

Superficie y blanquita para imprimir una puta fecha. Nuestros fabricantes tienen

Mala idea, o mas bien ninguna, ingeniería barata.

Otros dos expertos escandinavos murieron violando a Buda como ultima fase de la

Tortura a ver si este sabía algo de mis destino, a éste se le hincharon los mofletes y

Les soltó dos hostias que los mandó a varios miriámetros de distancia

Desprovisto de vida alguna.

Yo en mi camino busco en mis almas, en mis áureas, en mis chacras, las cuales

Aliño con un poquito de mahonesa al terminar la búsqueda y al no encontrar nada

Preso de la desesperación me voy de crucero a Miami y montó una productora

Pornográfica, con un alto rendimiento económica y que me hace eyacular dos o

Tres veces al día, y revisando cada espermatozoide sigo sin encontrar nada.

Al cabo de dos años mi desesperación ha llegado a cotas insospechadas, un resort

De vacaciones en la costa de marfil, cual es mi fecha de caducidad.

Los 5 escandinavos restantes han sido triturados por la máquina del tiempo

Y sus cuerpos son expuestos en el museo de la estupidez

Desperado, arruinado y desplazado por un tornado, me veo en el desierto de Gobi

Reflejado en un oasis de plata. A los lejos difusa una silueta va haciéndose grande

Según se va a acercando, es un niño de color púrpura que se acerca hasta mi y me

Dice en un claro esperanto, tu caducas hoy y con un puñal de acero atraviesa mi

Corazón ya partido de una relación anterior y desaparezco para siempre en la vida

Eterna.

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