martes, 28 de septiembre de 2010

El caos


Adoro cuando el árbol rompe con sus raíces el cemento
Suspiro por la hiedra que envuelve al hogar dejándolo ciego
Me encanta los volcanes que detienen los vuelos internacionales
Amo las tormentas que derumban los postes eléctricamente inertes
Me pirro por los tornados que devuelven lo inhóspito a las ciudades dispersas por la llanura
Acato el silencio inicial tras los dos minutos de terremoto
Me alboroto cuando el petróleo se escapa a borbotones de las veredas metálicas
Me rigo por la violencia del maremoto que arrasa la costa vetada
Me apasionan las células que se revelan y no paran de reproducirse
Espero el gran cometa que se cruce en nuestro camino sigiloso con su majestuosa cola
porque la belleza del caos me revela que las cosas marchan bien

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